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viernes, 11 de marzo de 2016

Día 25

girl- Dime, sinceramente, si realmente odias a alguien.
Levanté la mirada y clavé mis ojos en los suyos.
- Sólo a una.
- Una- repitió, claramente impresionado-. ¿Y cómo te las apañas para odiar única y exclusivamente a una sola persona?
Suspiré.
- El odio es una sensación muy fuerte. Me gusta perdonar, pero a veces, las personas cometen errores irreparables, errores que merecen algo más que un simple silencio.
Asintió, pero en su fuero interno se mofaba de mi conclusión.
- ¿Qué emociones y sentimientos forman ese odio?
- Todo. Los errores, las lágrimas, las esperanzas. ¿Conoce todas y cada una de las sensaciones del ser humano?- asintió-, pues esas son exactamente los tejidos del odio.
Me miró con despreció y alzó una ceja, alucinado.
- Todos odiamos a mucha gente. A unos más que a otros, y algunos días son más propensos a ese sentimiento, pero, ¿sabes cuánto rencor y dolor debes guardarle a esa persona para que sea, única y exclusivamente, la odiada por ti misma?- dijo.
- Sí. Un día deseé que muriera.
- ¿Cómo fue?- me preguntó.
- Me sentía mal, y me dirigí a plantarle cara. Odiaba y odio ese maldito rostro y cuerpo que siempre me miran desconsolados. Me acerqué, y le dije; "Ojalá te mueras". Y entonces, me retiré del espejo.
Sacudió la cabeza, y en ese momento supe que lo comprendió todo.

*recopilación*

2 comentarios:

  1. wau!! un relato simplemente crudo y realista, has expresado muy bien todo al momento de narrarlo, sabes es un sentimiento que conozco muy bien y del que es difícil deshacerse.
    Un saludo

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    Respuestas
    1. Lo sé, la verdad es que sorprende y no te esperas el desenlace. Un beso enorme (:

      PD: el texto es una recopilación, de ahí mis palabras ♥

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