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lunes, 16 de noviembre de 2015

Día 20

Es difícil acostumbrarse a los cambios. A los malos cambios. Es difícil pasar de ser una alumna de sobresalientes, que estuvo en unas pruebas extraordinarias, a sacar un seis como máximo en un examen. No sé si es que me estoy adaptando, que extraño mi mundo anterior, que no conozco a la gente o que no tengo confianza con los profesores. Pero ya no puedo más. Me duele ver que todo mi esfuerzo no sirve para nada, que cada examen es una decepción más. Me duele ver que mi sueño de estudiar medicina se está yendo a la mierda, y que ni en un examen de biología, que antes era lo que más me gustaba, puedo superarme.

Y duele ver que todo cambia y que no puedes hacer nada. Ver que tú sigues como siempre, mejor dicho te esfuerzas mucho más que nunca, pero aún así no consigues lo que te propones. Y no se trata de que sea el fin del mundo, pero para una persona cuyas notas en el curso anterior no bajaron del ocho con cinco, es difícil no poder llegar ahora a él. No sé si soy yo o es lo que me rodea, pero con esta impotencia no puedo más. No se si podré resistir mucho tiempo.

sábado, 31 de octubre de 2015

Día 19

Nadie me conoce. A nadie le importa si hoy repito pantalones, porque nadie se fija en mí. A nadie le interesa que yo me ponga una pulsera de Tous o un collar de diamantes. Y mucho mejor. No necesito impresionar a nadie. Lo malo es tener que pasar el día rodeada de gente que a penas conozco, cuando lo único que quiero es estar con la persona que verdaderamente lo hace: él. Es un amor diferente, una relación diferente. Llevamos casi dos años y medio juntos pero me hace la misma ilusión, o más, quedar un día con él. O salir a dar una vuelta en moto. O simplemente estar tumbados en la cama abrazados para no despegarnos nunca. Y somos diferentes porque nos da igual el resto del mundo. No necesitamos pasear de la mano para que sepan que estamos juntos, se ve perfectamente cuando nos miramos a los ojos. No necesitamos tener setecientas fotos en las redes sociales para marcar territorio. No necesito espiar su teléfono porque confío plenamente en él. La mayoría de las relaciones de ahora están contaminadas, pero no es el caso de la nuestra. Pasamos mucho tiempo intentando conocernos, y tras bastante tiempo juntos puedo decir que tanto yo como él conocemos todo del otro.

sábado, 17 de octubre de 2015

Día 18

Hoy, siendo un día más sin importancia, prometo amarte. Prometo pasar a tu lado cada uno de los días de mi vida, secar tus lágrimas e intentar sacarte una sonrisa en cada uno de los momentos más tristes, pero también en los buenos. Prometo reírme de tus bromas, tanto de las malas como de las buenas. Prometo cuidarte siempre y apoyarte en tus decisiones, pero prometo hacerte saber mis ideas cuando opine diferente a ti. Prometo darte los buenos días cada mañana, aunque estés lejos. Te prometo un "buenas noches" y un "te quiero". Prometo besarte siempre que te vea como si fuese la última vez. Prometo mostrarte siempre mi mejor sonrisa. Prometo estar ahí siempre que me necesites, a cualquier hora y en cualquier situación. Y prometo todo esto, porque también prometo quererte siempre más que el día anterior. Prometo mi vida por la tuya.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Día 17

Que no te vendan un amor sin espinas. No todo va a ser bonito, no todo va a ser bueno, no todos los besos van a ser dados con las mismas ganas. Pero es normal. Los sentimientos siguen ahí, pero a veces las ganas de demostrarlos no son tan grandes. A veces lo que sientes es que quieres mucho más a la otra persona de lo que ella te quiere a ti.

Pero entonces te das cuenta de que estás pensando lo incorrecto, que así como tú tienes días malos la otra persona tiene que tenerlos también. Y eso no significa que los sentimientos hayan cambiado, es simplemente que en la vida pasan más cosas que las que tienen que ver con las relaciones, y todo influye. Y cuando estás tan unido a alguien, lo más probable es que pagues todos tus problemas con esa persona. Y no debería ser así, but it is.

sábado, 3 de octubre de 2015

Día 16


        Sus sonrisas. Sólo yo sé interpretar todas y cada una de sus sonrisas. Sus labios, tan carnosos que no puedo evitar mordelos cada vez que le beso. Sus ojos, que transmiten tanto sentimiento que hasta puedo medir cuánto me ama. Su nariz, de la que siempre se está quejando: no es tan grande como él piensa. Para mí es perfecta. Sus orejas, que sólo se dejan ver casi cuando se corta el pelo, como hoy. Y su barba, siempre recortada, siempre con la misma medida, que le queda tan bien que no me importa que me rasque a veces.

          Sus manos. Las caricias que puede llegar a darme con ellas. Por no hablar de los abrazos, algunos de ellos tan cálidos y tan "tenía tantas ganas de tenerte conmigo" que me derrito. Todo él, es amor. Su voz, sus susurros, sus "no te vayas", sus "vente ya".

         En él se basan cada uno de los días de mi vida. En ver su sonrisa, en secar siempre cada una de sus lágrimas. En abrazarle cuando lo necesita, y cuando no. Estar siempre ahí para él, sabiendo que todos esos gestos me serán devueltos. Vivo por y para él, pero he de decir que también sé vivir por mi misma. Aún así, lo prefiero a él. Prefiero a la persona que me alegra los días. Felices 28 meses mi vida.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Día 15

La peor semana que pasé en mucho tiempo. Un instituto nuevo, profesores nuevos, métodos nuevos, conceptos nuevos, caras nuevas. Diría nuevas amistades pero no sería cierto. Nunca salí de casa pensando que iba a vivir un infierno como lo hice estos días.

No me gusta estar allí, para mí es lo peor que viví. Las amistades ya están definidas, y puede que alguien te hable, pero siempre como compañero, no como posible amigo. Y jode, jode ser la nueva que no conoce a nadie y a la que nadie conoce. Jode tener que levantarse por la mañana y no poder sonreír hasta que son las dos y media y te puedes ir para casa. Jode vivir esto, y como no cambie va a perjudicarme mucho. Va a perjudicar mis sueños de entrar en medicina.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Día 14

     Siempre me estoy quejando de que no me dejan hacer nada, de que no me dejan ir a una fiesta y no puedo salir nunca. Y hoy, hoy que recibí un "sí" por su parte, no tengo ganas ningunas. Prefería quedarme en mi cama viendo Anatomía de Grey, como todos estos días, que ir a ver a un grupo malísimo y pasar frío. Porque a mí me enfrían mucho los pies cuando salgo de noche.

        Aún así creo que debo aprovechar todas estas oportunidades que me dan de salir a divertirme, aunque lo contrario que haga sea eso. Estaré sentada en cualquier esquina, con una de las pocas amigas que tengo, hablando cuando tengamos algo que decir y riendo cuando nos venga a la cabeza alguna tontería. No es que no quiera pasar tiempo con ella, pero prefería estar en un sitio donde no me estuviese congelando y donde pudiésemos hablar sin ser a gritos.

        Pero bueno, como ya dije, me quejo por vicio. Si no me dejan porque no me dejan, y si me dejan porque ya no tengo ganas. Y así es mi vida. Deseo algo, no puedo hacerlo. Deseo algo, puedo hacerlo, lo hago y no me gusta. A veces creo que tengo las expectativas demasiado altas. Pero así soy yo, y quien me conoce lo sabe.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Día 13

  Hoy, me volví a ver reflejada en tus ojos. Volví a sentir ese cosquilleo en la barriga, esas mariposas. Y es que a veces, te acostumbras tanto a algo que dejas de valorarlo. Este verano estuve con el casi todos los días. Hoy, lo he visto después de 8. No es mucho, lo sé, pero no pasábamos más de dos días sin vernos y la cosa ha cambiado. Y me enamoré más. Me enamoré otra vez de sus ojos castaños azulados, de su barba recortada, de sus cejas pobladas y del granito que tenía encima de la ceja.
 

      Me enamoré de su sonrisa, de sus dientes irregulares, de su pelo negro, de sus ojos grandes. Me enamoré de su camiseta blanca, sus pantalones mostaza y todo lo que hay debajo de esas prendas. Me enamoré de sus palabras y de sus caricias. Me enamoré de él, otra vez, sin darme cuenta. Me enamoré de su forma de mirarme, de mi reflejo en sus ojos y de sus manos en mi cuerpo.

     Me enamoré de él y me enamoro cada día, pero en ocasiones como hoy, el cariño aumenta más que nunca. Tengo ganas de besarle, de besarle a todas horas. De besar todas y cada una de sus imperfecciones. Tengo ganas de guardar todos sus secretos, y de gritar a los cuatro vientos que él es sólo mío, por mucho que a otras les pese.

    Me enamoré del cariño que me da siempre, de sus palabras en los peores momentos y de sus burlas cariñosas. Y sé que me enamoré de verdad, sé lo que siento.





sábado, 29 de agosto de 2015

Día 12

          Eramos inseparables. Las típicas amigas que envidiabas si veías por la calle. Las típicas amigas que se contaban todo sin que fuera necesario un "no se lo digas a nadie". Otras compañeras entraban y salían de nuestras vidas, pero nosotras ahí estábamos, superándolo todo. Hasta que llegó ella. Te ató tanto, y tan bien, que ni siquiera te enteraste de que te estaba distanciando de los demás. Confiaste tanto en ella que empezaste a desconfiar de mí, y ahora aquí estamos, con un punto en nuestra historia que no sabemos si tendrá una coma debajo. Sin hablarnos, por su culpa, por sus tonterías. Y tú ahí estás, pero lo que no sabes es que en cualquier momento te mandará a la mierda, como hace con todas las demás. Y quizás cuando eso pase, cuando te deje de lado, yo ya no estaré ahí para ti. Quizás ya aguanté muchos errores tuyos como para asimilar otro más. Sólo puedo decir que lo siento.

domingo, 9 de agosto de 2015

Día 11

         Hoy, después de más de dos años a tu lado, me pregunto si merezco estar contigo. Me pregunto si tú no mereces a alguien mejor que yo, alguien a quien no le importe si sus padres se enteran de que tiene novio con quince años. Alguien a quien sus padres comprendan, alguien que pueda salir una noche contigo sin problema ninguno hasta las seis de la mañana. Alguien que pueda marcharse de casa a las tres de la tarde y volver a las once y no le digan nada. Alguien que no tenga miedo. Alguien mejor que yo.

             Sé que te lo mereces, pero también sé que te mereces a alguien que se preocupe por ti, alguien a quien no le importe desvelarse por saber que llegas bien a casa, alguien que te quiera más que a si misma. Y este último alguien, sólo soy yo en tercera persona.

sábado, 7 de marzo de 2015

Día 10

Hay días difíciles, días en los que nada te hace sonreir y todo parece una farsa. Días en los que las lágrimas salen más baratas que las carcajadas. Momentos en los que las miradas valen más que mil palabras.
Pero esos días se acaban, así como se termina el ensordecedor ruido de un timbre o como el embrague se pisa del todo. Y yo me entiendo. Y por eso sé que a pesar de que llueva, el sol sigue estando al otro lado. Nunca falla. Así como nuestro interior no debe fallarnos a nosotros. Sonriamos, aunque sólo sea por dentro, porque una sonrisa es lo más gratificante que podemos ver.

viernes, 20 de febrero de 2015

Día 9

     Otro mes más a su lado.Uno de los muchos que vamos a pasar juntos. Encontré a la persona perfecta para mí, diría que a mi media naranja pero él no es la mitad de nada. Es todo lo que necesito. Nadie entenderá esas sonrisas que se me dibujan sólo de pensar en sus palabras o en que mañana voy a verle.

          No puedo explicar lo que siento, porque es algo tan grande que no sé si está en el corazón o en todo mi cuerpo. Esa sensación que siento cuando escucho su voz, cuando me toca - aunque sea lo más mínimo - o cuando me sonríe porque sí. No puedo evitar sentirme la persona más feliz del mundo cuando me mira, se ríe, me abraza y me dice que soy todo lo que necesita. No puedo evitar sentirme especial cuando me habla nada más levantarse o cuando me aparta el pelo de la cara y me acaricia. No puedo evitar sentirme única por quererle tanto, y por ver en sus ojos lo mucho que él me quiere también.


sábado, 14 de febrero de 2015

Día 8

     No lo entiendo. No sé que hice para que me dejen de lado. Siempre lo di todo por ellas, siempre hice de intermediaria cuando tuvieron algún problema y ahora, que es cuando más las necesito, me desprecian y pasan de mí. ¿A eso se le puede llamar amigas?

          Me insultan a escondidas y luego tienen el valor de mirarme a la cara, hablan de mí a mis espaldas porque al fin y al cabo lo que pienso es que creen que yo soy superior. Y ellas lo que son es unas envidiosas, ya que sólo por el simple hecho de tener novio y ellas no, se me echan encima.

         ¿Pero sabéis? Aunque ahora me duele todo esto sé que el año que viene, cuando tenga la oportunidad de hacer amigas en un nuevo instituto no os voy a echar de menos. No pienso arrastrarme detrás de vosotras cuando yo no tengo la culpa de nada.

          Y lo más bonito es que cuando os hace falta algo venís siempre junto a mí, junto a la lista. Pues esas conveniencias pronto se acabarán, o eso espero, porque tengo un corazón tan grande que (de momento) no me permite mandaros a la mierda. Un corazón más grande que todos los vuestros juntos.

          Iré a ver a mi novio, porque al menos el no me desprecia por estar a su lado este fin de semana. Sigo sin creerlo, a pesar de que lo estoy escribiendo. Sigo sin creer que, estando juntas desde la infancia, vengáis ahora con esos rollos patateros que no tienen sentido ninguno. Pero allá vosotras, lo dicho, dicho está.

sábado, 7 de febrero de 2015

Día 7

     No entiendo muy bien a la gente que dice ser tu amiga y por detrás descubres que lo único que hace es insultarte y reírse de ti. Tampoco entiendo a esa gente que te envita a una fiesta y cuando llegas se ríe en tu cara porque llegas dos minutos tarde y ya eres una petarda. Pero lo que no entiendo es a esa gente que dice que te invita a algo y se enfada porque no vas, cuando en ningún momento te dijo cuando era la celebración o que estabas invitada.

          Necesitaba decirlo, porque estoy harta de caras largas y de gente falsa que hace lo que quiere pensando que es superior a los demás. Y creo que todos conocemos a una persona así.

sábado, 31 de enero de 2015

Día 6

     Todo esto es bastante difícil. Es el problema de tener un padre un poco demasiado machista y cerrado de mente. Llevo un año y medio con mi novio y, debido a la excelente comunicación y confianza que tenemos aún no he sido capaz de decírselo.

         Quedadas a escondidas, broncas sin sentido, peleas sin culpa.. A todo eso ha conllevado mi actitud. Pero no es mi culpa; si ya desde pequeña no recibía ningún regalo suyo por mi cumpleaños, ni siquiera un "felicidades". No es mi culpa si aquel día que estrenaban una película adaptada a mi edad tenía que irse a cazar. No era mi culpa que no me apreciara y que le pareciese una carga. Hablo en pasado pero es el presente. Y es duro. Y necesito contarle que encontré a alguien que si me quiere y me aprecia, pero no sé ni como decírselo ni como se lo tomará. Hasta entonces, continuaré sufriendo.

sábado, 24 de enero de 2015

Día 5

I(t) wasn't enough

     No hace mal tiempo este fin de semana, únicamente el día está nublado en mi interior. Estoy muy harta de hacer todo lo que puedo por los demás y no recibir nada a cambio. Harta de hacer cosas con la mejor intención del mundo y que no te lo agradezcan, o simplemente no te devuelvan el favor cuando pueden.


          Quizás es un defecto mío pensar que los demás piensan como yo, sí, por muy "a trabalenguas" que parezca es la pura verdad. Estoy acostumbrada a darlo todo por quien, la mayoría de las veces, no me da nada. Y qué voy a hacer? Mi mente no me permite dejar de hacerlo, o simplemente apartarme de esa persona.

         No me gusta sufrir, aunque parezca lo contrario.

domingo, 4 de enero de 2015

Día 3

     Un domingo más, una semana menos. A veces necesito escribir, desahogarme pulsando letras, porque no puedo hacerlo hablando con nadie. Quizás sí con una persona, pero no quiero que piense que siempre estoy amargada. Puede que esa sea la verdad, o no. 
David Friedrich

          Mi vida es difícil, pero supongo que como la de todo el mundo. Mi problema es que soy demasiado perfeccionista y nunca me está bien nada. Pero no puedo evitarlo. Me gusta el orden, la simetría, los detalles. Me gustan las cosas en su sitio y las puertas cerradas. Así soy yo, y lo cierto es que me gusta como soy. Algunas veces. Otras me odio. 

         No sé si alguien me lee, no sé si hay alguien detrás de la pantalla, lo que si sé es que escribir aquí me hace sentir mejor. Puedo decir lo que realmente pienso sin miedo a que alguien que conozca me juzgue. Me gusta apartarme de la realidad y entrar en otra tan desconocida. Si estás leyendo esto, gracias por llegar hasta el final.

sábado, 3 de enero de 2015

Día 2

     En este lluvioso día en que no puedo hacer nada, decidí hablaros de algo que desde hace unos dos meses ocupa mi tiempo libre. Seguro que muchas de vosotras ya la conocéis, y sí, hablo de la serie Pretty Little Liars, conocida, al menos en España, por Pequeñas Mentirosas.

          Nunca había visto series online, sólo películas, y la verdad es que creo que empecé con la adecuada. Me parece un mundo diferente. Considero que una película puede hacerte llorar, disfrutar, reír, pero sólo durante una hora. Con una serie puedes hacer todo eso y más, porque conoces a los personajes, aprendes a pensar como ellos, te intriga de otra manera.

          Pequeñas mentirosas tiene algo que, a mí parecer, no tiene ninguna otra serie. Hablo más o menos desde la ignorancia, porque he visto muy pocas. Se mezcla la intriga, el miedo, el misterio, el amor, la amistad... Tiene todo lo que a mí me gusta, y supongo que las que la habéis visto opináis lo mismo.

         Si decides verla, pasarás muchas horas con ella, pero la verdad es que vale la pena, o por lo menos, yo disfruté. Hablo en pasado porque ya vi todos los capítulos que han dado hasta ahora, y estoy a la espera de los próximos. Os dejo con una bonita foto de las protagonistas. Hasta el próximo fin de semana.
Aria, Emily, Spencer y Hanna